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Acontecimientos Históricos en Alcalá la Real.

 Neolítico, en el III milenio a C. En la Edad de los Metales estos grupos establecieron su hábitat en el cerro de San Marcos.

Los Iberos o Turdetanos la llamaron IPOLCA, igual que a Porcuna. En el siglo II a.c.

De época romana son los restos localizados en La Tejuela, una estatua de Hércules (Museo Arqueológico Nacional), el puente sobre el Guadalcotón o los restos de la Calzada que conducía a Martos.

Llegada a Alcalá en el 713 del árabe Abd Allah ben Sa"d ben "Ammar ben Yasir ben Kinana ben Qays ben al-Husayn al- "Ansi, se empiezan a tener las primeras noticias sobre la Alcalá musulmana, llamada Qal "at Astalir.

En época califal (929-1031), la fortaleza se convirtió en un reducto infranqueable, que amortiguo los ataques exteriores que azotaron el valle del Guadalquivir.

Hasta que a principios del siglo XIII a consecuencia de la victoria cristiana de las Navas de Tolosa, los Said abandonaron primero Alcalá y más tarde Al-Andalus. Alcalá, entonces, pasó a formar parte del reino nazarí granadino.

Además de ésta fortaleza, un gran número de atalayas (de las que se conservan una quince) completaban la estructura defensiva.

Encerrada, hasta su conquista definitiva, entre los muros y torres de la Fortaleza de La Mota.

El castillo de la Mota,fue mandado construir por el segundo Señor del Reino de Granada, Aben-abus Ben-Zeiri, hacia el año 1000.

En el siglo XI, Alcalá quedó incluida en el reino ziri de Granada.

En el año 1074, el rey Alfonso VI, aprovechándose de las hostilidades existentes entre los reinos de Sevilla y Granada, impuso el cobro de tributos, a cambio de no hostigar ambos territorios. Pero, al enviar una embajada a Granada para cobrarlos y negarse el rey granadino Abd Allah, inició su enfrentamiento contra éste, conquistando la fortaleza de Alcalá en 1075.

El siglo XII es el de mayor apogeo en la historia musulmana de Alcalá la Real. Este apogeo propició un gran desarrollo de la cultura alcalaína, de la mano de la familia Ben Said, en la que destacan importantes personajes de la vida política y literaria de este siglo.

En 1130 ALCALÁ LA REAL tomo el nombre de Alcalá de Aben Zaide.

La familia Saide, o Zayde, fue una de las más cultas de Al-Andalus y su dominio sobre la Alcalá del siglo XII convirtió a ésta en un foco cultural de primer orden. Historiadores y poetas, a ellos se debe una obra máxima de la historiografía hispanoárabe, Al-Mugrib. Una recopilación exhaustiva, geográfico-histórico-literaria, en la que intervinieron seis miembros de la familia. Desde el fundador de la dinastía Ab al-Malik ben Said, hasta su biznieto, Alí ben Muza ben Said al-Magribi, quien finaliza la obra, y la publica, en el Cairo el año 1248. Ciento quince años después de que fuese iniciada en la Alcalá donde todos ellos nacieron.

Tras la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) y un breve periodo de indecisiones y conflictos, Alhamar de Arjona, emir de Granada, incorporó Alcalá a su territorio.

El carácter fronterizo de esta ciudad se afianzó en los años que siguieron, estando en numerosas ocasiones en poder de Castilla (1213-1219, 1229, 1248-1262, 1280-1300, y 1302) para volver, de nuevo, al dominio granadino. Los periodos de paz eran mayores que los de guerra.

Desde su primera ocupación por Alfonso VIII en 1213, se sucedieron las luchas entre granadinos y castellanos por el dominio de esta plaza que también fue conquistada por Fernando III y por Alfonso X, y otras tantas veces perdida.

La toma definitiva tras ocho largos meses de duro asedio fue el 15 de Agosto de 1341 por Alfonso XI tras la Batalla del Salado. A finales del 1340, el castellano taló los campos Alcalaínos y tomó la determinación de conseguir la plaza fortificada. El 20 de diciembre, festividad de Santo Domingo de Silos, rindió el Arrabal. Tras nueve meses de Asedio y una capitulación, consiguió La Mota, en la que entró el 15 de Agosto de 1341, festividad de la Asunción. Otorgándole el titulo de Real y los de Llave,Guarda y Defendimiento de los Reinos de Castilla

La por entonces Alcalá de Benzayde cambiase de nombre por última vez a Alcalá la Real

Dándole en feudo el Castillo de Locubín

Al conquistarse una ciudad era necesaria la inmediata repoblación de ésta, sobre todo en el periodo que iba a permanecer como frontera, y por ello se concedían a los repobladores numerosos e importantes franquicias, exenciones tributarias o concesiones de ingentes cantidades de cereal para el mantenimiento de una población con problemas para cultivarlo. Alcalá recibe estos privilegios de mano de Alfonso XI.

Alfonso XI le concedió también apacentar sus ganados en términos ajenos durante periodos de guerra.

De la misma forma, fue beneficiaria, del privilegio de pagas y levas, por el que se destinaba una cantidad de las Tercias Reales (tributo concedido por el Papa a los reyes castellanos en el siglo XIII), para transporte de cereal y pago de salarios del alcaide y soldados de la fortaleza.

El privilegio de Alfonso XI se dio en Priego el 22 de Agosto de 1341, y se confirma por Pedro I en Valladolid en 1351. Por este privilegio se le concede a Alcalá el Fuero de Jaén y se le exime de pagar ciertos tributos a sus pobladores. E porque la dicha villa se pueda mejor poblar, y los vezinos dende sean mas ricos, e mas abastados, e tengan con que en este nuestro priuillegio se contienen... Posteriormente, en 1342, Alfonso XI da una Provisión Real ordenando que se respete en todo el reino los privilegios concedidos a los vecinos de Alcalá de Benzayde, porque pudieren estar mejor prestoi para mi servicio e para defendimiento de la villa. Queda clara la importancia estratégica de Alcalá la Real para el reino de Castilla.

En 1341 por iniciativa del rey Alfonso XI y del arzobispo de Toledo, Gil de Albornoz, mandó construir una Real Abadía, "Vere nullius Sed propiare diocesis", es decir, independiente de toda diócesis colindante, y sufragánea de la de Toledo.

En el siglo XV ocurre la historia de Por las Entretorres.

El territorio jurisdiccional comprendía los actuales municipios de Priego, Carcabuey, Almedinilla, y Fuente Tójar, en la provincia de Córdoba, y Castillo de Locubín, Frailes y Alcalá la Real, en la provincia de Jaén, a los que incorporó, en 1568, la villa de Noalejo.

La Iglesia Mayor Abacial sobre los cimientos de la antigua medina, sede de la Abadía de Patronato Real existente en Alcalá la Real hasta el concordato de la Santa Sede de 1851.

Se ampliaron las estructuras defensivas y se erigió la iglesia de Santo Domingo de Silos, patrono de la ciudad, en el arrabal viejo.

Alfonso XI dota a Alcalá de especiales privilegios, que contenidos en la carta de población, o fuero, firmado por Alfonso XI el 22 de Agosto de 1341, en su real sobre Priego, más otras franquezas y exenciones, concedidas por el mismo rey y confirmados por sus sucesores, fueron tantos y de tal calidad, que alcalaíno pudo ser sinónimo de exento, o esento, por ser libre de toda carga, pecho, impuesto o servicio.

Desde 1342, sus habitantes no podían ser presos por deudas.

En 1345 se concede al municipio la exención de alcabalas.

Alcalá la Real se convirtió en un importante puesto fronterizo en las relaciones castellano-granadinas durante todo el siglo XV.

Luz de cristianos cautivos, desde que el buen rey Juan I, nieto de Alfonso XI, mandó poner un faro de lumbre en la torre más alta de su alcázar.

De ella partieron los Reyes Católicos, el 20 de abril de 1491, para recibir la capitulación de la ciudad de Granada, hecho que se produjo en el mes de enero del año 1492.

Tras la conquista de Granada en 1492, la ciudad entró en una etapa de apogeo y esplendor.

La leyenda de la orla del escudo de la ciudad recoge la denominación de "llave, guarda y defendimiento de los reinos de Castilla", título que le conceden los Reyes Católicos por la defensa y guarda que desempeñó Alcalá la Real en los 151 años anteriores a la toma de Granada (1492).

Los Reyes Católicos tras la conquista de Grandada en 1492 recompensaron a los alcalainos con el Privilegio del Vino, para abastecer de dicho producto a la ciudad, pagando menos tasas por la operación.

En 1501 los Reyes Católicos autorizaron al alcaide de la fortaleza de La Mota para que hiciese un reloj a partir de la campana de la Torre de la Vela (La Mota. Torre de la Campana) algo acorde con esos tiempos modernos; y dejaron, a criterio del Concejo, la colocación del mismo en un lugar más adecuado.

La conquista del Reino de Granada motivó mayor seguridad en la población, que atrevió a salir del recinto amurallado para crear dos barrios nuevos. Uno de ellos fue Arrabal de San Bartolomé, al Oeste de la ciudad, denominado en un primer momento Arrabal Nuevo. En 1503 hubo una donación para la creación de la Ermita de San Bartolomé en este arrabal, que se terminaría en 1549, y pocos años después se crea una cofradía del mismo nombre. Poco a poco este recinto quedó deshabitado, al ser elegida la otra vertiente de la ladera como nuevo emplazamiento de la ciudad, y en siglo XXVIII se optó por hacerlo campo santo, aprovechando la existencia de la ermita y su apartado emplazamiento.

A principios del XIX la antigua ciudad queda totalmente despoblada. Y se asienta en el Llanillo.

En los primeros años del siglo XIX las fuerzas napoleónicas restauraron y acondicionaron la fortaleza

Con la retirada francesa la Fortaleza sufre un gran incendio y vuelan algunos edificios. A partir de entonces, todo este conjunto monumental, prácticamente intacto hasta el siglo XIX, es desmontado sillar a sillar, incluso con la aprobación de las ordenanzas municipales.

Auge económico de principios del siglo XX. La burguesía emergente de la época hizo construir un buen número de edificios historicistas profusamente adornados, en la Carrera de las Mercedes.

Fue declarada CONJUNTO HISTÓRICO ARTÍSTICO por Decreto de 6 de Abril de 1967.